lunes, 26 de abril de 2010

El Duke de Harlem

En una esquina del norte de Manhattan, donde el Central Park se funde con Harlem, está el monumento a uno de los músicos más importantes del siglo XX. Duke Ellington no sólo es sinónimo de jazz, sino que también representa a lo más hondo de la música popular estadounidense. A mediados de los años veinte, Ellington dejó su sello en Harlem con sus presentaciones en el célebre Cotton Club. Por eso su figura se recorta sobre el cielo neoyorquino, allí donde la calle 110 –aquella que tiempo después inmortalizó en una canción Bobby Womack- se cruza con la quinta avenida. La estatua pertenece al escultor Robert Graham, fue inaugurada en 1997 y mide más de siete metros y medio. Hasta allí se llega muy fácil en subte o colectivo desde cualquier punto de la ciudad y es un buen punto de partida para caminar por Harlem, que tiene muchos atractivos como el parque Marcus Garvey, el Apollo Theatre o la popular calle 125 (también llamada Dr. Martin Luther King Jr. Boulevard). También hay muchas iglesias en las que se puede escuchar muy buen góspel los fines de semana o infinidad de restaurantes que preparan la más exquisita soul food.

1 comentario:

Baires Blues dijo...

Excelentes notas Martin, un cordial abrazo.
MC