jueves, 26 de enero de 2012

Heterogenial

Si la banda de sonido de la película I’m not there les pareció increíble, deberían escuchar Chimes of Freedom: The songs of Bob Dylan, cuatro discos de covers que celebran medio siglo de Amnesty International. Más de ochenta músicos, setenta y pico de canciones y una variedad de estilos que confluyen en un mismo lugar: reversionar al músico más creativo e influyente del siglo pasado. Sí, más que los Beatles y los Stones juntos.

El compilado estuvo a cargo de los productores Jeff Ayeroff y Julie Yannatta, quienes fueron los responsables de Save Darfour, la campaña solidaria que tuvo a las canciones de John Lennon como eje de la movida. Pero aquí fueron mucho más allá. Revolvieron los archivos, de arriba a abajo, y grabaron otras bandas y músicos tan heterogéneos que cuesta mencionarlos a uno al lado del otro: Pet Seeger y Adele, Dave Matthews y Carly Simon, Taj Mahal y Lenny Kravitz.

En las más de setenta canciones que integran este trabajo hay algunas buenas, otras muy buenas, unas pocas que son complicadas y un puñado que son alucinantes. En la última categoría, por ejemplo, entra la versión de Blowin’ in the wind que hace Ziggy Marley. Tal vez ese sea el tema más trillado de Dylan, pero aquí el hijo del Reggae interpreta una versión épica, con guitarra acústica, casi como un trovador solitario, probablemente inspirado en la época del Rolling Thunder Revue.

Otra interpretación sublime es la de One more cup of coffee de Steve Earle, donde su guitarra, un violín y un banjo conjugan el sonido de sus cuerdas de manera lasciva y enigmática. El rock and roll furioso desembarca en un tramo de este trabajo de la mano de los Queen of the Stone Age, con una versión garaje de Outlaw blues. Más popera, pero no por eso menos agradable, es la Mr. Tambourine man de Jack’s Mannequin. El espíritu campestre está bien representado por Johnny Cash y los Avett Brothers en One too many mornings. Y Diana Krall suda emoción y melancolía jazzera en la maravillosa Simple twist of fate. Otras versiones superlativas son Like a rolling stone, de Seal y Jeff Beck; Girl from the north country, de Sting; Love minus zero, de Jackson Browne; Changing of the guards, de The Gaslight Anthem; Buckets of rain, de Fistful of Mercy (la banda paralela de Ben Harper); y Señor, de Dierks Bentley. También está la ya clásica version de All along the watchtower de Dave Matthews Band y, cómo no, Joan Baez haciendo Seven curses.

Es un gran disco y ni siquiera están las tradicionales versiones de los Byrds, Hendrix y tantos otros artistas que se animaron a las canciones de Dylan durante más de cuatro décadas. Chimes of Freedom es un disco imprescindible para los fanáticos y para los que quieren profundizar más en la música del más grande poeta de la historia del rock.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Después de tantos años me entero de que existe tu excelente blog. Música y vinos, excelente idea.
Está bárbaro este comentario de las canciones de Dylan y si no está allí, te recomiendo la versión de los Flying Burrito Bros (sin Gram Parsons)del tema "To Ramona", que es simplemente genial.
Te felicito y te mando un abrazo, después de tantos años.
Ernesto G. Castrillón