jueves, 10 de mayo de 2012

El estilista

Jerry Portnoy es un estilista de la armónica. Creció en el corazón de Chicago escuchando a Little Walter, Walter Horton y James Cotton. En estos últimos 40 años ha tocado con decenas de grandes bluesmen. Y la mejor forma de conocer su música es a través de sus discos. Aquí, una lista de álbumes esenciales para descubrir al gran músico que está detrás de ese pequeño instrumento.

Muddy Waters - I’m ready (Blue Sky-CBS / 1978). Entre 1977 y 1981, Johnny Winter produjo una trilogía de discos de estudio que se volvieron referentes ineludibles de la carrera de Muddy Waters: Hard again, I’m ready y King bee. El correlato en vivo de estos álbumes es Muddy “Mississippi” Waters Live, de 1979. En tres de los cuatro discos estuvo presente Jerry Portnoy. Elijo I’m ready por varias razones. Primero porque el dibujo de la portada es lo máximo. Además por la combinación de las guitarras de Muddy, el albino y Jimmy Rogers, y la elección del repertorio. Y por último porque en el tema que da al nombre al disco, Portnoy sopla su armónica junto a uno de sus maestros, Walter Horton. Blues de Chicago en su máxima expresión.

The Legendary Blues Band - Red, hot ‘n’ blue (Rounder / 1983). Esta banda se formó casi por inercia. Empezaron a tocar de manera paralela a su trabajo con Muddy Waters y en 1981 editaron su primer álbum, Life of Ease. Pero tras la muerte del padre del blues de Chicago, el 20 de abril de 1983, Pinetop Perkins, Calvin Jones, Willie Smith y Jerry Portnoy quedaron huérfanos. Ese mismo año grabaron el que se convirtió en el mejor disco de la banda. Para ello sumaron al guitarrista Peter Ward y algunos invitados de lujo como Duke Robillard y Greg Piccolo. Aquí, además de tocar la armónica en un excelentísimo nivel, Portnoy canta en algunos temas. Vale destacar que seis de las diez canciones fueron compuestas por él.

Eric Clapton - From the cradle (Reprise - 1994). Luego del éxito de su álbum Unplugged, en el que tocó en vivo algunos blues, Eric Clapton consideró que era el momento oportuno para volver a la música que amaba. Y lo hizo con un discazo. From the cradle fue grabado en directo, con un profundo respeto por la tradición y por los músicos que lo inspiraron cuando era joven. Para ello, se rodeó de algunos viejos conocidos como Jim Keltner, Chris Stainton, Dave Bronze y Andy Fairweather Low y sumó para el rol del armonicista a Jerry Portnoy. Aquí se destaca en una buena cantidad de temas: Hoochie coochie man, Five long years, How long blues, Goin’ way baby, Blues leave me alone, Standin’ round crying y Groaning the blues.

Ronnie Earl - I Like it when it rains (1990). Este disco es una joya. Es una síntesis casi perfecta de cómo debe sonar una banda de blues. La fórmula era la siguiente: un guitarrista brillante como lo es Earl; una sección rítmica versátil y dinámica, encabezada por Mudcat Ward y John Rossi; variedad de guitarristas rítmicos, Peter Ward, Kid Bangham y Gerry Lewis; tres cantantes con mucho soul como Ron Levy, Curtis Salgado y Sugar “Ray” Norcia; y un par de armónicas serpenteantes como las de Salgado y Jerry Portnoy, quien se luce en Walkin’ and cryin’ y la que compuso junto a Ronnie Earl, Down in Guadalupe. Su aproximación al sonido del Delta en Sittin’ on top of the world es magistral.

John Campbell – A man and his blues (Blue Rock’it / 1994). Por más que su participación haya sido en sólo dos de los nueve temas del disco, no se puede obviar este trabajo formidable junto al legendario John Campbell. Fue grabado en 1988 (aunque recién lo editaron seis años más tarde), gracias al buen gusto de Ronnie Earl. Todo el álbum es una obra maestra del blues más clásico y en los temas en los que aparece Portnoy realmente se hace notar. En Judgment day acompaña la voz densa de Campbell emulando al gran Snooky Pryor. Y en Texas country boy, tema que coescribió con Campbell, hace estallar su armónica para sostener el traqueteo duro de la batería de Per Hanson.

Zora Young -Travelin’ light (Deluge Records / 1991). El disco debut de la cantante nacida en West Point, Mississippi, pero formada musicalmente en una iglesia baptista de Chicago, es excelente. Tiene un sonido clásico, aunque con un espíritu más moderno. Aquí el papel de Jerry Portnoy en la armónica podría decirse que es secundario, pese a que la rompe en Queen bee y Stumbling blocks and stepping stones. Lo más importante es su tarea como productor junto a Steve Bloch y Randy Labbe. Ellos lograron darle a Zora Young el sonido que necesitaba y equilibrarlo con su imponente personalidad. Por eso el resultado final no es sólo la descollante performance de la artista, sino también todo lo que la rodeó a la hora de hacerlo.

Además, Portnoy participó en decenas de discos más y editó tres álbumes en solitario: Poison kisses (Modern Blues Recordings / 1991), Home run hitter (Indigo / 1995) y Down in the mood room (Tiny Town Records / 2002). Su último trabajo, en el que contó con la participación de Duke Robillard, recibió reseñas muy favorables de prestigiosas publicaciones como Down Beat, Chicago Sun y Jazz Review. Ese disco demuestra que Portnoy además de ser un músico de blues exquisito, también es un hombre que no teme a incursionar en otros terrenos como el del de jazz.

2 comentarios:

Carlos Gato Martínez dijo...

larga vida al blues!!

Lucho dijo...

gran disco el de Ronnie Earl