sábado, 26 de abril de 2014

Memphis soul


Robert Cray, Boz Scaggs y Paul Rodgers son algunos de los músicos que en los últimos meses decidieron tomar la ruta musical hacia Soulville, el corazón de Memphis, donde surgió el sonido de Stax. Ese mismo sendero eligió John Nemeth, uno de los cantantes más talentosos de la escena actual. Pero Nemeth no desembarcó en el terreno del soul de un día para el otro, más bien viene orientando su carrera en ese sentido desde hace varios años. Sus discos Love me tonight, Name of the day y especialmente Soul live dan cuenta de eso. Pero ahora con Memphis grease da un paso más allá.

La voz de John Nemeth + la producción de Scott Bomar + la rítmica de los Bo-Keys = Memphis soul.

Pese a que tiene menos de 40 años, Bomar tocó el bajo para grandes maestros del soul como Rufus y Carla Thomas, Eddie Floyd y William Bell, así como también para el legendario Rosco Gordon. En 1998 formó los Bo-Keys. En 2003 trabajó junto a Al Green en su álbum regreso, I can´t stop, y en 2010 produjo el disco de blues de Cindy Lauper. Ahora, aportó toda su experiencia y el feeling local en este nuevo álbum de Nemeth.

Memphis grease tiene 13 temas, de los cuales diez fueron compuestos por Nemeth. El disco abre con un cover de Otis Rush, Three times a fool, pero con un groove mucho más marcado. La voz de Nemeth es enérgica y seductora. Su armónica se desliza por sobre una sección de vientos efusiva. Luego vienen un par de temas del cantante, Sooner or later, que tiene cierto toque emocional melódico, y Her good lovin', con la armónica bien al frente. Sigue con Stop, el clásico de Jerry Ragovoy y Mort Shuman, que grabaron desde Albert King y Sam Moore hasta Al Kooper junto a Mike Bloomfield, aunque aquí Nemeth le da un toque personalísimo.

El resto del álbum se divide entre baladas como Testify my love o temas más power de raíz blusera como Bad Luck is my name, en este último Nemeth realmente lleva la armónica cromática a un lugar fabuloso. El tercer cover del álbum es Cryin’, de Roy Orbison, con exquisitos riffs del guitarrista Joe Restivo.

El otro día me preguntaron por qué tantos músicos supuestamente rotulados como bluseros están grabando discos de soul. Entiendo que hay dos respuestas posibles: por presión comercial o por decisión artística. Supongo que si lo hacen empujados por las discográficas para vender más es probable que el resultado no sea bueno. Ahora si lo hacen porque así lo sienten es casi seguro que el desenlace sea más que satisfactorio, como este disco de John Nemeth.

1 comentario:

Nacho Ladisa dijo...

Dizcaso ...no paro de escucharlo!!