sábado, 7 de febrero de 2015

Pensando en Nueva Orleans


Es probable que el nombre de Carlo Ditta no diga mucho fuera de Nueva Orleans. En las últimas tres décadas hizo mucho para preservar y enriquecer el sonido de su ciudad, tanto como guitarrista, productor, letrista o al frente de su sello Orleans Records. Trabajó con algunos de los músicos más influyentes: desde Coco Robicheaux y Mighty Sam McClain hasta Marva Wright y Little Freddie King. Ahora acaba de lanzar su primer disco, una obra maravillosa con melodías entrañables, letras que llevan a la reflexión y una paleta sonora multicolor con retazos bluseros y espíritu folk.

Las canciones de Ditta son como un beso apasionado en una esquina del French Quarter. Como una noche interminable de collares de perlas y alcohol. Se sienten como la brisa fresca en un día caluroso junto al Mississippi. Destilan la humedad del pantano y las tenues luces del neón de Frenchmen Street. Son como un plato humeante y especiado de jambalaya o el picor furtivo de una salsa tan roja como la sangre.

La voz de Ditta es profunda y nocturna, como la de Robicheaux, la de Tom Waits o la de Tony Joe White. Sus letras son ácidas, distorsionadas y melancólicas. La instrumentación tiene a la guitarra como guía, pero el saxo, el trombón y la trompeta, y por momentos el acordeón, legitiman el sonido de Nueva Orleans.

Las canciones son todas extraordinarias: What I’m talking about y Go on fool son dos fieles ejemplos del estilo de la ciudad, en clave blusera. As the world turns, su single ignorado de 2011, es un llamamiento a vivir la vida de la mejor manera mientras el mundo se da vuelta, interpretada a la manera del zydeco. Beating like a tom tom es una versión muy personal del tema de Ernie K Doe, que también grabó Willy Deville. Pretty acres tiene un comienzo bucólico, Ditta rasga su guitarra resonadora mientras recuerda la música del pasado en las entrañas de Louisiana, hasta que la banda irrumpe en perfecta armonía.

Ditta desestructura la exitosa Tell it like its, de Aaron Neville. A continuación reflota su otro single que pasó desapercibido en 2011, Try a little love, con un slide asesino, y una voz rasposa y perturbadora. Rinde homenaje a Louis Prima con una notable interpretación de I’m leaving you. En Walk that walk muestra su costado más funky y se despide con Many rivers to cross, que Harry Nilsson y John Lennon escribieron en 1974, y que luego popularizó Jimmy Cliff, aunque aquí Vitta la reconstruye a su manera.

What I'm talkin about es un disco entretenido y atrapante, de esos que mejoran con cada pasada. Y es también la presentación formal de un artista intrépido, talentoso y muy creativo que debería tener su reconocimiento.


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